domingo, 13 de marzo de 2016

¿TIENEN LOS DIPUTADOS DERECHO A COBRAR UNA INDEMNIZACIÓN SI NO ENCUENTRAN TRABAJO, O ESTE SISTEMA ES UN MODO DE CONTROLAR A LOS POLÍTICOS POR LOS PROPIOS PARTIDOS ?





El pasado día 10 de los corrientes,el periódico.es- y algún que otro periódico más- traía en sus paginas digitales una noticia que en ese mismo medio inició un debate bastante animado.Bueno,más que debate,una sarta de improperios de todos los colores y opiniones varias .Aunque a muchos no les faltaba razón en sus opiniones,otros se pasaban en su ímpetu.El tema no era ni más ni menos que,60 Diputados  –de todas las fuerzas políticas- habían pedido una indemnización al Congreso porque no encontraban trabajo.
Si tienen o no tienen derecho a cobrar no es una cuestión –ahora- que sea discutible.El propio Congreso lo reglamenta y no hay más que hablar.La ley positiva lo contempla y por tanto poco vamos a hacer negando tal derecho. Cosa distinta es si moralmente tienen o no ese derecho.Pero a renglón seguido,lo que nos deberíamos preguntar es el porqué de esa situación y si tendría otra solución que no fuera la que hemos manifestado y,sobre todo,si esa situación esconde otro propósito
Y SÍ,ESA SITUACIÓN ESCONDE UN PROPÓSITO NADA DEMOCRÁTICO: ESCONDE CÓMO ES EL ACCESO A LA POLÍTICA DE LOS CIUDADANOS Y QUÉ HACEN ESOS POLÍTICOS CUANDO OCUPAN CARGOS PÚBLICOS.
La solución es bien sencilla: cuando un político cese en su cargo,debería tener la posibilidad de tener asegurado un trabajo en la administración pública.Pues lo primero que habría que reconocer es que todos  buscamos una seguridad en la vida; de una manera o de otra,pero todos. Ello permitiría que el dedicarse a la política no fuera a expensas, o de tener mucho dinero y una buena posición económica en la vida o,  tener que decir siempre amén a las direcciones de los partidos.Los trabajadores,realmente los trabajadores ganaríamos bastante
Después de dejar el cargo público y en un plazo de veinte días  deberían escoger ,entre seguir en la vida privada sin ningún tipo de indemnización y su inclusión en el paro,aplicándose la misma legislación que a los demás trabajadores y no elevando la base de cotización y por tanto el importe a cobrar,como se hace ahora.  O bien acceder a un trabajo de funcionario. Y léase bien: un trabajo. O dicho de otra manera: no estar a la sopa boba, sino trabajar como cualquier otro funcionario al servicio de la Administración Pública,con todos sus pros y sus contras.
Si eso fuera así,lo primero que nos ahorraríamos es la indemnización que ahora se piden y,sobre todo,sobre todo,daríamos oportunidad a mucha gente  a poder ser “libres” dentro de los diferentes grupos paralamentarios y quizás y sólo quizás,la corrupción no llegaría a los extremos que está llegando.Pues tendrían la seguridad de que al menos,si los echan por no ser consecuentes con el mandato imperativo,aunque la legislación diga que no están obligados a él,podrían mantener lo que quisieran  y votar como quisieran y no ser rehenes  de la dirección de los grupos parlamentarios  o lo que es lo mismo: de las cúpulas de los partidos políticos.
Porque se quiera o no ,cuando una persona y más si es un profesional de esos que se dicen liberales, deja su cargo para meterse en política, volver a reintegrarse en la vida privada  y en la misma profesión que dejó en su día es muy, muy dificil, por no decir imposible.De facto,muchos de los que vuelven a la vida privada  son funcionarios públicos que dejaron su puesto para incorporarse a la política,aunque ahora sí, absolutamente desfasados, pero el Estado les sigue pagando. Baste un ejemplo: el inefable Rubalcaba y tantos otros.


Juan Diego Hernández Valero
Abogado

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