Publicado en Kaos en la Red el 13-3-2011
El 3 de marzo
de 2011, escribí un artículo (Nacionalismo) que tuve la suerte de que fuera
incorporado a las páginas centrales de esta web. Aquí al igual que allí, mantengo que el Nacionalismo es sólo un instrumento
para conseguir el poder político y gobernar. Su base -sin duda- la exacerbación de los sentimientos en lugar de la razón.
Lo importante es que la gente no piense;
mejor dicho, que no piense con la cabeza. Que no razone. Su objetivo es que no
se cuestione el “status quo”. Que sea cuanto más visceral mejor. Ese
instrumento viene siendo usado habitual e históricamente por la burguesía de
los distintos países. Pero cierta “izquierda” también lo ha defendido y lo defiende
con resultados extraños.
La Revolución Francesa y las guerras Napoleónicas
hacen que la burguesía en ascenso junto con las capas que quedaban de la época
feudal, “instituyan” el nacionalismo como instrumento para
salvar su dominio sobre el resto de la población, allí donde en cada momento se pone en discusión quién manda. Lo
cierto es que el Nacionalismo es uno de los grandes problemas -por no decir el
más importante- que la izquierda no ha sabido resolver, aún cuando teóricos
como Lenin o Rosa Luxemburgo hablaron sobre el tema. Quién –a mi modo de
ver- más se acercó a su verdadera
naturaleza fue la gran pensadora alemana. Mientras que a Lenin, otro gran
teórico y revolucionario, le superó la gran diversidad del Imperio Ruso que la
Revolución de Octubre de 1917 heredó.
-UNA IRRESPONSABILIDAD CON
CONSECUENCIAS IMPREVISIBLES:
De
pronto, de la noche a la mañana como
aquél que dice , nos encontramos en Cataluña, con un “sarao” impresionante. El
presidente de la Generalitat de Cataluña, el inefable Sr. Mas, en un ejercicio
de irresponsabilidad brutal para no tener que dar explicaciones de la gestión
que durante dos años le ha llevado a
comportarse como el más fiel de los discípulos del liberalismo, recortando en sanidad, en educación, en políticas sociales,
etc. Los que han favorecido junto al PP y otros, el desempleo. Los que se han
cargado las políticas de dependencia. Los que están privatizando a marchas
forzadas todo lo privatizable. Es decir, más o menos todo lo público; esos, son los
que ofrecen como única salida : la
independencia. Tiene bemoles la cosa. Tendría su gracia sino fuera, porque
los mismos que ahora se quejan de toda esta situación, fundamentalmente PP y
PSOE, son los mismos que han propiciado
esta salida.
Desde la vuelta a la democracia formal, con el
pacto constitucional, y la aparición de la Ley Electoral, los votos de los
nacionalista siempre han valido más que los de otras formaciones. Véase el
eterno lamento de IU, que se veía una y otra vez superada en escaños
parlamentarios aún teniendo muchos más votos que Convergència i Unió. Es decir,
obtenían la representación que les hacia falta a los dos grandes partidos
nacionales. Y siempre, de una manera u
otra CiU recogía beneficios. Pero no quisieron darse cuenta de que ese era
un ejercicio peligroso, y que de tanto darle vueltas al tornillo, al final el
tornillo no tiene más vueltas. Ahora se quiere el tornillo en su totalidad. Y
eso es lo que ha pasado. Dicho de otra manera: quien siembra vientos, recoge
tempestades.
En Cataluña se ha vendido -con muy buenos resultados- que la manifestación
última del once de septiembre, fue un clamor popular, dónde el pueblo salió a
la calle, casi de forma espontánea, dado el “cabreo” que existe en la sociedad
catalana. Por arte de magia, las cifras oficiales se estiran para llegar desde
el millón, millón y medio hasta los dos
millones. Y sin recato, se dice una y
otra vez, que los que se manifestaron lo hicieron en representación de todos
los catalanes, inclusive de los que no estuvimos. La gran diferencia es que
aquí, en relación a las anteriores, si hubo una diferencia: la gran cantidad de
esteladas o banderas independentistas. Por otra parte repartidas profusa y
gratuitamente.
Todo aquél que haya militado en un partido
político sabe que esos eventos, como
cualquier otro, no se dan de la noche a la mañana. Hay que “ayudarles”.
Esa
manifestación se prepara por toda la división de estrategia de aparatos del
nacionalismo -subvencionado con dinero público- como Omniun Cultural o el último invento de la
Asamblea Nacional Catalana. De hecho sólo cuando ya se tiene el convencimiento
claro, que desde Madrid el Partido
Polular no accedería al pacto fiscal -no porque no quisiera, sino porque el
ahogo de Alemania se lo impide- negociado
intensamente en los meses de mayo a julio, se pone en marcha toda la maquinaria
para “ayudar”. A partir de ese instante,
se toca a rebato en los medios públicos del régimen, fundamentalmente TV3 y
Cataluña Radio. Comienza una campaña casi diaria de apariciones en defensa de
Cataluña y sus derechos. Llegando al paroxismo en los últimos quince días antes
de la manifestación, pues hasta el hombre del tiempo (en la TV3 “pública”) se
permitía el lujo de intentar adivinar qué tiempo haría el día once para que
todo el mundo pudiese asistir. Si a eso le sumamos otras televisiones privadas,
la del Conde de Godó y alguna más que no quieren quedarse atrás, por si alguna vez hay que repartirse el pastel –el
que sea- es mejor ser de los primeros, comprenderemos cómo ese apretón
reivindicativo no se formó de la “noche a la mañana”. Algún día se sabrá quién
pagó las facturas de los más de mil autocares que se contrataron para traer de
todas partes de Cataluña, gente al centro de Barcelona. Ya se sabe a día de hoy
que algunos Ayuntamientos con dinero público fletaron trenes a bajo precio. Porque
hay que decirlo claro: sin la ayuda de TV3 y Catalunya Radio y otras, no se
hubiera conseguido ni la tercera parte de lo que dicen. Pese a quien le pese. La burguesía catalana y sus amigos no tiene
reparos en poner el dinero que haga falta para sus fines.
-LA HISTORIA TERGIVERSADA, COMO
COARTADA:
-1714
como el momento inicial de todo este embrollo. Hace ya bastantes años
tuve la suerte de tener ciertos profesores a los que su idea de enseñar, era la
transmisión del conocimiento y el hacer pensar a sus alumnos. Y no esperar a
que tocara el timbre para dejarlos con la palabra en la boca y estar en las
aulas para llegar a final de mes y cobrar su salario. Esos profesores me
enseñaron que cuando se habla de historia, -dado que no estuvimos en aquel tiempo-, lo
importante era imbuirse de la época y de la forma de pensar en aquel período
del cual querías hablar o investigar. Que había que “meterse” en la sociedad
que querías entender, porque sino, se falseaba la realidad histórica. Que se
podían hacer paralelismos con épocas anteriores, pero comparar situaciones
anteriores con las actuales, era absolutamente peligroso. Entre otras cosas, porque
los seres humanos –con el tiempo- vamos cambiando de opinión. O dicho de otra
forma, a través del tiempo y la experiencia vamos evolucionando. Lo cual es de
fácil comprobación. Hoy muchos, no pensamos igual que hace diez , veinte o treinta años. Las personas, con la
experiencia y el tiempo, ven las cosas de distinta manera. Y eso era algo que había que tener muy, muy en cuenta.
En
Cataluña no. Nadie explica ó mejor dicho, prácticamente nadie explica,
sobre todo los historiadores subvencionados del Régimen, que los hay a patadas,
que la guerra de 1714, se produce como
consecuencia de una guerra civil; (guerra civil que no se puede comparar –en tamaño- a la última del 36);
que ganan los borbones, porque los austriacistas,
pese a haber entrado por dos veces en Madrid para conseguir el poder, no logran vencer a
las tropas borbónicas. Quizás si hubiera vencido el archiduque Carlos, hoy España se regiría por las leyes
catalanas, pero el destino es el qué
es. ¡Qué le vamos a hacer!. La
historiografía “oficial”, que presentan los aparatos nacionalistas -subvencionada
con dinero público- ocultan que, por ejemplo Felipe V, un mozalbete de dieciocho
años se casa en Figueres en 1701 con su prima. ¡Cómo si no hubiera más sitios
dónde casarse!. ¿Por qué entonces este enlace?
Mucho menos
se explica, salvo en contadas ocasiones, que Felipe V el 14 de Octubre de
1701,en el salón del Tinell, en la ciudad de Barcelona, reunidas las Cortes
Catalanas jura las leyes de Cataluña, PASANDO
A SER EL REY DE TODOS LOS CATALANES. ¡Pero a ver quién es el valiente que
le da cierta publicidad a ello! Puestas
así las cosas, la burguesía catalana, la
misma que elige a Felipe V como su Rey, y dado que los negocios en época de
este Rey no eran tan prósperos como esperaban, sólo SE LES OCURRE TRAICIONAR a aquél a quien habían jurado fidelidad, Felipe
V. (igual que hizo Franco con la
República. Seguramente esta referencia es del mal gusto para muchos, pero la
realidad es la que es). De tal forma que
en 1705 firmó el llamado Pacto de Génova por el cual, Inglaterra
debía desembarcar y darle armas a las fuerzas catalanas, dado que Inglaterra, junto
con Holanda y Portugal y algunas naciones más intentan arrebatar a España y
Francia su poder mundial. Guerra que conlleva que Felipe V, a fin de
desembarazarse de Inglaterra y demás naciones europeas y para acabar la guerra
de sucesión con aquellas, pacta el
conocido Tratado de Utrech,donde España perdia sus posesiones en Europa y
perdia Gibraltar y Menorca.
Terminando así, la burguesía catalana, su glorioso andar por la escena
internacional que comenzó con la sublevación de 1640 y acabó con la firma
del Tratado de los Pirineos de 1659,por el
cual los franceses se quedaron con el Rosellón,el Conflent y el
Vallespir y una parte de la Cerdaña , que las tropas
francesas habían ocupado en apoyo de los sublevados catalanes.
Todo ello, lleva a que pocos años después y de distintos
avatares, a que Barcelona se rinda ante
las tropas borbónicas el famoso 11 de septiembre de 1714. Y ¿Qué hace Felipe V
tras la victoria de sus tropas frente a LOS
TRAIDORES? pues es bien sencillo: quita
el poder a la burguesía catalana a través del Decreto de Nueva Planta. Y ¿cómo lo hace?, pues
uniformando todo el poder que tenía en
su reino, entre otras cosas porque como nieto de Luis XIV de Francia, la única
forma de Estado que conocía era el centralismo. Es aquí cuando los
nacionalistas echan el resto, insinuando o diciendo que destruyó las instituciones catalanas para
perseguir al pueblo elegido, más o menos. Lo cual tampoco es cierto, puesto que
como se ve en el propio Decreto de nueva planta, el Decreto se hace porque los súbditos que le habían jurado lealtad, le
traicionan. De hecho, Navarra que estuvo al lado de Felipe V, en la lucha
contra el Archiduque Carlos, conserva sus fueros. Por tanto, no fue ni más ni
menos que un castigo tal cual propio
de la época. Guste o no.
No estaría de más, recordar que las instituciones que suprime, eran las que poco tiempo después la
Revolución Francesa también extinguiría en Francia. Pero es que a mayor
abundamiento, esa apostilla del intento de cargarse a todo un pueblo, se cae
por su propio peso: si eso hubiera sido así, si la pretensión de Felipe V, hubiese
sido ”borrar del mapa al pueblo catalán” no
tiene sentido alguno que dejara intacto lo más preciado de cualquier sociedad:
su derecho civil. Cosa que ha devenido intacto hasta la fecha. Pero claro,
tampoco pueden decir que hubo grandes matanzas. Es vedad que eliminó a algún
general que otro (Moragas), pero es raro que quien pretenda destrozar a ese
pueblo deje vivo al estandarte de la sublevación, es decir, a Francesc de
Casanovas. Que por cierto, murió de viejo en su casa, y era uno de los
terratenientes más importantes de toda Cataluña. ¡Curioso, cuando menos, ¿no?!
Y ya acabamos, con la
historia ,claro. ¿Qué pasa después del
11 de septiembre en Cataluña? La supuesta nación catalana ¿qué hace? ¿cómo
se enfrenta al desalmado Felipe V?. Se
atrinchera en cualquier recodo de las muy nobles tierras catalanas para
seguir luchando por sus fueros. La burguesía se convierte en guerrilla y no se
rinde ante el cruel Rey Borbón. ¡Pues va
a ser que no!
Tanto la
burguesía que había perdido la guerra como la que la había ganado, al día
siguiente -como aquél que dice- se ponen de nuevo a trabajar. Lo importante, realmente
importante es la pela, dicho sea con todo respeto. Y la guerra de sucesión mejor olvidarla. Pues al
fin y al cabo, Felipe V y el resto de los Borbones amparan a la burguesía a fin
de que ésta pueda hacer negocios, fundamentalmente con las Indias. De la noche a la mañana se encuentran en que
una vez España es un solo reino, las trabas para “exportar” al resto de España
se disipan y pueden vender a sus anchas, como hacen con el resto de las Indias.
Es más, inclusive el llamado Rey Felón promulga un decreto que protege a los
comerciantes catalanes de la lana, dándoles el monopolio en España. Decreto que
con posterioridad es una de las bases que hace que el textil catalán sea base
de la industrialización de estas tierras, dicho sea de paso.
Así pues, desde finales de
1714 hasta 1886, la burguesía
catalana se acuerda muy poco, de la “esquilmada
nación catalana”. Sólo cuando con el desastre del 98,
cuando España pierde sus colonias, los burgueses catalanes ven peligrar
gran parte de sus negocios y es cuando aparece el catalanismo o nacionalismo catalán, como instrumento para
reivindicar una parte del poder; poder
para seguir comerciando y haciendo negocios. Ese es el eje central de la aparición del nacionalismo catalán, guste o
no. Téngase en cuenta que prácticamente todos los catalanistas hablaban de
Cataluña como una región de España.
-UNA IZQUIERDA DESCOLOCADA:
¿Por qué entonces hasta el día de hoy, siguen algunos reivindicando el
derecho de autodeterminación y el hecho nacional como algo sagrado? Hay que
recordar y volver de nuevo a la historia para hacer patentes diversos
acontecimientos que sin duda, darán alguna luz a todo este asunto. En 1914 estalla
en Europa la Gran Guerra o después conocida como la Primera Guerra Mundial. Y como
consecuencia de ella, los imperios que había hasta la fecha: el Imperio Austro-húngaro
y el Imperio Alemán se desgajan y se convierten
muchas de sus tierras, en Estados independientes . En mitad de ese rifirrafe y con Rusia también
dentro de ese conflicto, estalla la Revolución Rusa en 1917,que hace que este
país se retire de la contienda mundial. Después del triunfo de la Revolución, el
panorama que se encuentran los revolucionarios es desalentador. El mapa de
Rusia o de lo que quedaba del gran Imperio Ruso, es inmenso. Está formado, al
igual que el Austro-húngaro o el Alemán, por multitud de etnias, con lenguas,
culturas y religiones diferentes. La
agricultura es la base de su actividad económica. El analfabetismo es inmenso.
Me atrevo a decir, que ello hace que los comunistas, con Lenin a la cabeza
deban intentar solucionar ese galimatías de multitud de comunidades.
Surge así el derecho de autodeterminación del cual
ya Carlos Marx había hablado,siendo quizás sus mejores teóricos Lenin y Rosa Luxemburgo. Más tarde Stalin, quien al conseguir hacerse con el
poder en Rusia, es el gran impulsor del derecho de las naciones a la autodeterminación,
aunque fuera solamente en la teoría. Los comunistas a través de su
Internacional –en toda Europa- y del PCE -en España- quieren extender su revolución. Para ello dictan consignas y reparten
dinero y apoyo de todo tipo. Sus bases ideológicas –incluidas las de la
autodeterminación- se extienden por la vieja Europa, que en ese momento es
todavía un espacio político sin definir. Téngase en cuenta que desde la I a
la II Guerra Mundial transcurren muy
pocos años y, en medio está, nuestra guerra civil del 36-39 dónde se ensaya ,lo
que después sería el Gran Conflicto Mundial y las consignas de los comunistas
están a flor de piel.
Después de cuarenta años de Dictadura del General
Franco y treinta de “pseudo democracia”,
el tiempo a estos efectos ,parece como si no hubiese transcurrido. Nos
encontramos con que nadie discute si esas consignas, esos pensamientos, son
válidos en la sociedad en que nos encontramos. Si esas consignas estaban bien para el momento histórico en que se
originaron y si el tiempo y la
evolución no han superado aquellas ideas. No se dan cuenta que la guerra
civil la perdieron los republicanos y que durante cuarenta años, nace otra generación ,que aunque en
gran parte son hijos de republicanos no han hecho la guerra y por tanto su
mundo es otro. Que la gente de este país
no tuvo lo que hay que tener para derribar al Dictador. Que han pasado treinta
años desde que comenzó la mal llamada transición a la democracia y no hemos
sido capaces, tampoco,de parar
al capitalismo en su forma mas brutal. Y sin embargo siguen lanzando fuegos
artificiales, para despistar al personal.
Esa
pretendida izquierda no se da
cuenta y asume todas las tergiversaciones que durante, al menos treinta años,
Convergència i Unió y otros han ido fraguando a través de todos los medios públicos
de que disponían: TV, Radio, Subvenciones a períodicos, a supuestos
historiadores,etc., etc. Porque parafraseando
a Goebbels, una mentira o una tergiversación –más menos- cien veces contada, al
final es una verdad incuestionable. Más, si la sociedad existente es una
sociedad ignorante en su gran mayoría como es la nuestra.Y lo más grave es que apoyan
el asunto, aunque sea con la comisura de los labios y otras sin ambages. Aunque aprovechan para decir que el
problema social se soluciona a la par que el nacional. LO CUAL ES ABSOLUTAMENTE FALSO DE TODA FALSEDAD.
En Cataluña NO
EXISTE UN CONFLICTO NACIONAL, cuando menos un conflicto genuino, si se
puede llamar así; ESE PRETENDIDO
CONFLICTO NO ES NI MÁS NI MENOS QUE UNA REIVINDICACIÓN DE UNA CAPA DE LA SOCIEDAD
CATALANA: LA BURGUESÍA. Reivindicación que en Cataluña, viene realizando
desde principios del siglo XX –fundamentalmente- aunque como escribe Joan Lluís
Marfany, historiador catalán , Profesor de la Universidad de Liverpool ,en su
Libro “La cultura del catalanismo”, el
nacionalismo catalán hace sus primeras apariciones en 1886. El problema nacional es una trampa de la
burguesía catalana para tener entretenidos a los trabajadores.LOS SOCIALISTAS, DE SERLO, LA GENTE DE IZQUIERDA, DEBERÍAMOS
ROMPER LOS MUROS Y LAS FRONTERAS Y NO LEVANTARLOS.
Siempre me he preguntado en qué se diferencia un
trabajador catalán, de otro –por ejemplo -andalúz o castellano, murciano, etc.-
Nunca he visto que aquí se sea más o menos inteligente, más guapo, más alto, etc,.
etc. Tampoco he visto, aunque quizás toda regla tenga su excepción, que cuando
un empresario catalán quiere cerrar su fábrica trace una línea roja y diga, más
o menos: a la izquierda los nativos catalanes y a la derecha todos los demás.
Todos los demás a la calle y sólo se quedan los patrios. Es obvio que eso no es
así. La gente del dinero ni se lo piensa, cuando tienen que cerrar una fábrica,
todos sin contemplaciones a la calle. No les importan cómo se sienten ni
dónde nacieron.
Y lo que
me pregunto es ¿por qué si a los empresarios eso no les importa y sólo obedecen
a sus instintos y motivos económicos, porqué a los trabajadores nos tiene que
importar? Por cierto ¿Para qué le ha servido a los
trabajadores españoles que España sea una Nación? ¿Acaso son menos explotados?
Pero es que a mayor abundamiento, hay un hecho
que nadie parece querer tener en cuenta,
y que se airea muy pocas veces, porque no conviene claro: que en los años
sesenta, a Cataluña acudieron más de
tres millones y medio de emigrantes (trabajadores de otras tierras de España)
que vinieron a trabajar en las fábricas de la burguesía catalana. Trabajadores
que traían como bagaje, otra cultura y al menos un idioma común. Trabajadores
que los comunistas, los usó siempre como vanguardia para las manifestaciones,
porque eran ellos, los que cantaban “Llibertat , Amnistia y Estatut de
Autonomía”. Que aunque la mayoría no entendían
el porqué de aquellos cánticos, como
buenos trabajadores solidarios, nunca pusieron pegas. El pago de todas esas
fuerzas supuestamente de izquierdas fue que sólo servían para pegar carteles, llevar
pancartas y gritar consignas .El poder, los sitios de las listas electorales
eran ocupados, prácticamente siempre, por “gent de la terra”. Porque no se podía
permitir que un trabajador que no hablara catalán fuera en las listas, salvo
alguna excepción como pasa en toda norma. Porque en definitiva, fueron
escondidos como ciudadanos de segunda.
Esa es la “ izquierda” que hemos tenido y que
tenemos a día de hoy. Y la tenemos y hemos tenido porque nunca ha sabido estar en su
sitio. Porque se ha pretendido ser más papistas que el Papa. Más nacionalistas
que los nacionalistas. Porque se han creído
el cuento que les contaba la burguesía catalana. PORQUE NO HAN SABIDO DESLINDAR EL SENTIMIENTO DE LA RAZÓN. PORQUE NO
HAN SABIDO VER QUE LAS CONDICIONES ECONÓMICAS SON LAS QUE MARCAN EL DEVENIR DE
LAS COSAS. Que los trabajadores no
tenemos más que la fuerza de nuestro trabajo.Que los trabajadores no tenemos
patria;si acaso el globo terraqueo. LA DIFERENCIA ES TENER O NO CONCIENCIA DE
CLASE TRABAJADORA.Y QUE ESA CONCIENCIA NO NOS HAGA SER INSOLIDARIOS.
Juan
Diego Hernández Valero
Abogado
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