martes, 24 de noviembre de 2015

LA INDEPENDENCIA, EL NACIONALISMO Y LA SUPUESTA IZQUIERDA EN CATALUÑA.






            Publicado en Kaos en la Red el 13-3-2011

El  3 de marzo de 2011, escribí un artículo (Nacionalismo) que tuve la suerte de que fuera incorporado a las páginas centrales de esta web. Aquí al igual que allí, mantengo que el Nacionalismo es sólo un instrumento para conseguir el poder político y gobernar. Su base -sin duda- la exacerbación de los sentimientos en lugar de la razón. Lo importante es que la gente no piense; mejor dicho, que no piense con la cabeza. Que no razone. Su objetivo es que no se cuestione el “status quo”. Que sea cuanto más visceral mejor. Ese instrumento viene siendo usado habitual e históricamente por la burguesía de los distintos países. Pero cierta “izquierda” también lo ha defendido y lo defiende con resultados extraños.

La Revolución Francesa y las guerras Napoleónicas hacen que la burguesía en ascenso junto con las capas que quedaban de la época feudal, “instituyan” el nacionalismo como instrumento para salvar su dominio sobre el resto de la población, allí donde en cada momento se pone en discusión quién manda. Lo cierto es que el Nacionalismo es uno de los grandes problemas -por no decir el más importante- que la izquierda no ha sabido resolver, aún cuando teóricos como Lenin o Rosa Luxemburgo hablaron sobre el tema. Quién –a mi modo de ver-  más se acercó a su verdadera naturaleza fue la gran pensadora alemana. Mientras que a Lenin, otro gran teórico y revolucionario, le superó la gran diversidad del Imperio Ruso que la Revolución de Octubre de 1917 heredó.


-UNA IRRESPONSABILIDAD CON CONSECUENCIAS IMPREVISIBLES:

De pronto, de la noche a la mañana como aquél que dice , nos encontramos en Cataluña, con un “sarao” impresionante. El presidente de la Generalitat de Cataluña, el inefable Sr. Mas, en un ejercicio de irresponsabilidad brutal para no tener que dar explicaciones de la gestión que durante dos años  le ha llevado a comportarse como el más fiel de los discípulos del liberalismo, recortando en  sanidad, en educación, en políticas sociales, etc. Los que han favorecido junto al PP y otros, el desempleo. Los que se han cargado las políticas de dependencia. Los que están privatizando a marchas forzadas todo lo privatizable. Es decir, más o menos todo lo público;  esos, son los que  ofrecen como única salida : la independencia. Tiene bemoles la cosa. Tendría su gracia sino fuera, porque los mismos que ahora se quejan de toda esta situación, fundamentalmente PP y PSOE, son los mismos que han propiciado esta salida.

Desde la vuelta a la democracia formal, con el pacto constitucional, y la aparición de la Ley Electoral, los votos de los nacionalista siempre han valido más que los de otras formaciones. Véase el eterno lamento de IU, que se veía una y otra vez superada en escaños parlamentarios aún teniendo muchos más votos que Convergència i Unió. Es decir, obtenían la representación que les hacia falta a los dos grandes partidos nacionales. Y siempre, de una manera u otra CiU recogía beneficios. Pero no quisieron darse cuenta de que ese era un ejercicio peligroso, y que de tanto darle vueltas al tornillo, al final el tornillo no tiene más vueltas. Ahora se quiere el tornillo en su totalidad. Y eso es lo que ha pasado. Dicho de otra manera: quien siembra vientos, recoge tempestades.

En Cataluña se ha vendido -con muy buenos resultados- que la manifestación última del once de septiembre, fue un clamor popular, dónde el pueblo salió a la calle, casi de forma espontánea, dado el “cabreo” que existe en la sociedad catalana. Por arte de magia, las cifras oficiales se estiran para llegar desde el millón, millón  y medio hasta los dos millones. Y sin recato, se dice una y otra vez, que los que se manifestaron lo hicieron en representación de todos los catalanes, inclusive de los que no estuvimos. La gran diferencia es que aquí, en relación a las anteriores, si hubo una diferencia: la gran cantidad de esteladas o banderas independentistas. Por otra parte repartidas profusa y gratuitamente.

Todo aquél que haya militado en un partido político sabe que esos eventos, como cualquier otro, no se dan de la noche a la mañana. Hay que “ayudarles”.
 Esa manifestación se prepara por toda la división de estrategia de aparatos del nacionalismo -subvencionado con dinero público-  como Omniun Cultural o el último invento de la Asamblea Nacional Catalana. De hecho sólo cuando ya se tiene el convencimiento claro, que  desde Madrid el Partido Polular no accedería al pacto fiscal -no porque no quisiera, sino porque el ahogo de Alemania se lo impide-  negociado intensamente en los meses de mayo a julio, se pone en marcha toda la maquinaria para “ayudar”. A partir de ese  instante, se toca a rebato en los medios públicos del régimen, fundamentalmente TV3 y Cataluña Radio. Comienza una campaña casi diaria de apariciones en defensa de Cataluña y sus derechos. Llegando al paroxismo en los últimos quince días antes de la manifestación, pues hasta el hombre del tiempo (en la TV3 “pública”) se permitía el lujo de intentar adivinar qué tiempo haría el día once para que todo el mundo pudiese asistir. Si a eso le sumamos otras televisiones privadas, la del Conde de Godó y alguna más que no quieren quedarse atrás, por  si alguna vez hay que repartirse el pastel –el que sea- es mejor ser de los primeros, comprenderemos cómo ese apretón reivindicativo no se formó de la “noche a la mañana”. Algún día se sabrá quién pagó las facturas de los más de mil autocares que se contrataron para traer de todas partes de Cataluña, gente al centro de Barcelona. Ya se sabe a día de hoy que algunos Ayuntamientos con dinero público fletaron trenes a bajo precio. Porque hay que decirlo claro: sin la ayuda de TV3 y Catalunya Radio y otras, no se hubiera conseguido ni la tercera parte de lo que dicen. Pese a quien le pese. La burguesía catalana y sus amigos no tiene reparos en poner el dinero que haga falta para sus fines.

  
-LA HISTORIA TERGIVERSADA, COMO COARTADA:

-1714 como el momento inicial de todo este embrollo. Hace ya bastantes  años tuve la suerte de tener ciertos profesores a los que su idea de enseñar, era la transmisión del conocimiento y el hacer pensar a sus alumnos. Y no esperar a que tocara el timbre para dejarlos con la palabra en la boca y estar en las aulas para llegar a final de mes y cobrar su salario. Esos profesores me enseñaron que cuando se habla de historia,  -dado que no estuvimos en aquel tiempo-, lo importante era imbuirse de la época y de la forma de pensar en aquel período del cual querías hablar o investigar. Que había que “meterse” en la sociedad que querías entender, porque sino, se falseaba la realidad histórica. Que se podían hacer paralelismos con épocas anteriores, pero comparar situaciones anteriores con las actuales, era absolutamente peligroso. Entre otras cosas, porque los seres humanos –con el tiempo- vamos cambiando de opinión. O dicho de otra forma, a través del tiempo y la experiencia vamos evolucionando. Lo cual es de fácil comprobación. Hoy muchos, no pensamos igual que hace diez , veinte  o treinta años. Las personas, con la experiencia y el tiempo, ven las cosas de distinta manera. Y eso era algo que había que tener muy, muy en cuenta.

En Cataluña no. Nadie explica ó mejor dicho, prácticamente nadie explica, sobre todo los historiadores subvencionados del Régimen, que los hay a patadas, que la guerra de 1714, se produce como consecuencia de una guerra civil; (guerra civil que no se  puede comparar –en tamaño- a la última del 36);  que ganan los borbones, porque los austriacistas, pese a haber entrado por dos veces en Madrid  para conseguir el poder, no logran vencer a las tropas borbónicas. Quizás si hubiera vencido el archiduque Carlos, hoy España se regiría por las leyes catalanas, pero el destino es el qué es. ¡Qué le vamos a hacer!.  La historiografía “oficial”, que presentan los aparatos nacionalistas -subvencionada con dinero público- ocultan que, por ejemplo Felipe V, un mozalbete de dieciocho años se casa en Figueres en 1701 con su prima. ¡Cómo si no hubiera más sitios dónde casarse!. ¿Por qué entonces este enlace?

 Mucho menos se explica, salvo en contadas ocasiones, que Felipe V el 14 de Octubre de 1701,en el salón del Tinell, en la ciudad de Barcelona, reunidas las Cortes Catalanas jura las leyes de Cataluña, PASANDO A SER EL REY DE TODOS LOS CATALANES. ¡Pero a ver quién es el valiente que le da cierta publicidad a ello!  Puestas así las cosas, la burguesía catalana, la misma que elige a Felipe V como su Rey, y dado que los negocios en época de este Rey no eran tan prósperos como esperaban, sólo SE LES OCURRE TRAICIONAR a aquél a quien habían jurado fidelidad, Felipe V. (igual que hizo Franco con  la República. Seguramente esta referencia es del mal gusto para muchos, pero la realidad es la que es).  De tal forma que en 1705 firmó  el llamado Pacto de Génova por el cual, Inglaterra debía desembarcar y darle armas a las fuerzas catalanas, dado que Inglaterra, junto con Holanda y Portugal y algunas naciones más intentan arrebatar a España y Francia su poder mundial. Guerra que conlleva que Felipe V, a fin de desembarazarse de Inglaterra y demás naciones europeas y para acabar la guerra de sucesión con aquellas, pacta  el conocido Tratado de Utrech,donde España perdia sus posesiones en Europa y perdia Gibraltar y Menorca.
Terminando así, la burguesía catalana, su glorioso andar por la escena internacional que comenzó con la sublevación de 1640 y acabó con la firma del Tratado de los Pirineos de 1659,por el cual  los franceses se quedaron con el Rosellón,el Conflent y el Vallespir y una parte de la Cerdaña , que las tropas francesas habían ocupado en apoyo de los sublevados catalanes.

Todo ello, lleva a que pocos años después y de distintos avatares, a que  Barcelona se rinda ante las tropas borbónicas el famoso 11 de septiembre de 1714. Y ¿Qué hace Felipe V tras la victoria de sus tropas frente a LOS TRAIDORES? pues es bien sencillo: quita el poder a la burguesía catalana a través del Decreto de Nueva Planta. Y ¿cómo lo hace?, pues uniformando todo el poder  que tenía en su reino, entre otras cosas porque como nieto de Luis XIV de Francia, la única forma de Estado que conocía era el centralismo. Es aquí cuando los nacionalistas echan el resto, insinuando o diciendo que  destruyó las instituciones catalanas para perseguir al pueblo elegido, más o menos. Lo cual tampoco es cierto, puesto que como se ve en el propio Decreto de nueva planta, el Decreto se hace porque los súbditos que le habían jurado lealtad, le traicionan. De hecho, Navarra que estuvo al lado de Felipe V, en la lucha contra el Archiduque Carlos, conserva sus fueros. Por tanto, no fue ni más ni menos que un castigo tal cual propio de la época. Guste o no.
No estaría de más, recordar que  las instituciones que suprime, eran las que poco tiempo después la Revolución Francesa también extinguiría  en Francia. Pero es que a mayor abundamiento, esa apostilla del intento de cargarse a todo un pueblo, se cae por su propio peso: si eso hubiera sido así, si la pretensión de Felipe V, hubiese sido ”borrar del mapa al pueblo catalán” no tiene sentido alguno que dejara intacto lo más preciado de cualquier sociedad: su derecho civil. Cosa que ha devenido intacto hasta la fecha. Pero claro, tampoco pueden decir que hubo grandes matanzas. Es vedad que eliminó a algún general que otro (Moragas), pero es raro que quien pretenda destrozar a ese pueblo deje vivo al estandarte de la sublevación, es decir, a Francesc de Casanovas. Que por cierto, murió de viejo en su casa, y era uno de los terratenientes más importantes de toda Cataluña. ¡Curioso, cuando menos, ¿no?!

            Y ya acabamos, con la historia ,claro. ¿Qué pasa después del 11 de septiembre en Cataluña? La supuesta nación catalana ¿qué hace? ¿cómo se enfrenta al desalmado Felipe V?. Se atrinchera en cualquier recodo de las muy nobles tierras catalanas para seguir luchando por sus fueros. La burguesía se convierte en guerrilla y no se rinde ante el cruel Rey Borbón. ¡Pues va a ser que no!
Tanto la burguesía que había perdido la guerra como la que la había ganado, al día siguiente -como aquél que dice- se ponen de nuevo a trabajar. Lo importante, realmente importante es la pela, dicho sea con todo respeto. Y la guerra de sucesión mejor olvidarla. Pues al fin y al cabo, Felipe V y el resto de los Borbones amparan a la burguesía a fin de que ésta pueda hacer negocios, fundamentalmente con  las Indias.  De la noche a la mañana se encuentran en que una vez España es un solo reino, las trabas para “exportar” al resto de España se disipan y pueden vender a sus anchas, como hacen con el resto de las Indias. Es más, inclusive el llamado Rey Felón promulga un decreto que protege a los comerciantes catalanes de la lana, dándoles el monopolio en España. Decreto que con posterioridad es una de las bases que hace que el textil catalán sea base de la industrialización de estas tierras, dicho sea de paso.

            Así pues, desde finales de 1714 hasta 1886, la burguesía catalana  se acuerda muy poco, de la “esquilmada nación catalana”. Sólo cuando con el desastre del 98,
cuando España pierde sus colonias, los burgueses catalanes ven peligrar gran parte de sus negocios y es cuando aparece el catalanismo o nacionalismo catalán, como instrumento para reivindicar una parte del poder;  poder para seguir comerciando y haciendo negocios. Ese es el eje central de la aparición del nacionalismo catalán, guste o no. Téngase en cuenta que prácticamente todos los catalanistas hablaban de Cataluña como una región de España.


-UNA IZQUIERDA DESCOLOCADA:

¿Por qué entonces hasta el día de hoy, siguen algunos reivindicando el derecho de autodeterminación y el hecho nacional como algo sagrado? Hay que recordar y volver de nuevo a la historia para hacer patentes diversos acontecimientos que sin duda, darán alguna luz a todo este asunto. En 1914 estalla en Europa la Gran Guerra o después conocida como la Primera Guerra Mundial. Y como consecuencia de ella, los imperios que había hasta la fecha: el Imperio Austro-húngaro y el Imperio Alemán se desgajan y se convierten  muchas de sus tierras, en Estados independientes .  En mitad de ese rifirrafe y con Rusia también dentro de ese conflicto, estalla la Revolución Rusa en 1917,que hace que este país se retire de la contienda mundial. Después del triunfo de la Revolución, el panorama que se encuentran los revolucionarios es desalentador. El mapa de Rusia o de lo que quedaba del gran Imperio Ruso, es inmenso. Está formado, al igual que el Austro-húngaro o el Alemán, por multitud de etnias, con lenguas, culturas y religiones  diferentes. La agricultura es la base de su actividad económica. El analfabetismo es inmenso. Me atrevo a decir, que ello hace que los comunistas, con Lenin a la cabeza deban intentar solucionar ese galimatías de multitud de comunidades.

Surge así el derecho de autodeterminación del cual ya Carlos Marx había hablado,siendo quizás sus mejores teóricos Lenin y  Rosa Luxemburgo. Más tarde  Stalin, quien al conseguir hacerse con el poder en Rusia, es el gran impulsor del derecho de las naciones a la autodeterminación, aunque fuera solamente en la teoría. Los comunistas a través de su Internacional –en toda Europa- y del PCE  -en España- quieren extender su revolución. Para ello dictan consignas y reparten dinero y apoyo de todo tipo. Sus bases ideológicas –incluidas las de la autodeterminación- se extienden por la vieja Europa, que en ese momento es todavía un espacio político sin definir. Téngase en cuenta que desde la I a la II Guerra Mundial  transcurren muy pocos años y, en medio está, nuestra guerra civil del 36-39 dónde se ensaya ,lo que después sería el Gran Conflicto Mundial y las consignas de los comunistas están a flor de piel.
Después de cuarenta años de Dictadura del General Franco  y treinta de “pseudo democracia”, el tiempo a estos efectos ,parece  como si no hubiese transcurrido. Nos encontramos con que nadie discute si esas consignas, esos pensamientos, son válidos en la sociedad en que nos encontramos. Si esas consignas estaban bien para el momento histórico en que se originaron y si el tiempo y la evolución no han superado aquellas ideas. No se dan cuenta que la guerra civil la perdieron los republicanos y que durante cuarenta años, nace otra generación ,que aunque en gran parte son hijos de republicanos no han hecho la guerra y por tanto su mundo es otro. Que la gente de este país no tuvo lo que hay que tener para derribar al Dictador. Que han pasado treinta años desde que comenzó la mal llamada transición a la democracia y no hemos sido capaces, tampoco,de parar al capitalismo en su forma mas brutal. Y sin embargo siguen lanzando fuegos artificiales, para despistar al personal.

Esa pretendida izquierda no se da cuenta y asume todas las tergiversaciones que durante, al menos treinta años, Convergència i Unió y otros han ido fraguando a través de todos los medios públicos de que disponían: TV, Radio, Subvenciones a períodicos, a supuestos historiadores,etc., etc. Porque parafraseando a Goebbels, una mentira o una tergiversación –más menos- cien veces contada, al final es una verdad incuestionable. Más, si la sociedad existente es una sociedad ignorante en su gran mayoría como es la nuestra.Y lo más grave es que apoyan el asunto, aunque sea con la comisura de los labios y otras sin ambages. Aunque aprovechan para decir que el problema social se soluciona a la par que el nacional. LO CUAL ES ABSOLUTAMENTE FALSO DE TODA FALSEDAD.

En Cataluña NO EXISTE UN CONFLICTO NACIONAL, cuando menos un conflicto genuino, si se puede llamar así; ESE PRETENDIDO CONFLICTO NO ES NI MÁS NI MENOS QUE UNA REIVINDICACIÓN DE UNA CAPA DE LA SOCIEDAD CATALANA: LA BURGUESÍA. Reivindicación que en Cataluña, viene realizando desde principios del siglo XX –fundamentalmente- aunque como escribe Joan Lluís Marfany, historiador catalán , Profesor de la Universidad de Liverpool ,en su Libro  “La cultura del catalanismo”, el nacionalismo catalán hace sus primeras apariciones en 1886. El problema nacional es una trampa de la burguesía catalana para tener entretenidos a los trabajadores.LOS SOCIALISTAS,  DE SERLO, LA GENTE DE IZQUIERDA, DEBERÍAMOS ROMPER LOS MUROS Y LAS FRONTERAS Y NO LEVANTARLOS.

Siempre me he preguntado en qué se diferencia un trabajador catalán, de otro –por ejemplo -andalúz o castellano, murciano, etc.- Nunca he visto que aquí se sea más o menos inteligente, más guapo, más alto, etc,. etc. Tampoco he visto, aunque quizás toda regla tenga su excepción, que cuando un empresario catalán quiere cerrar su fábrica trace una línea roja y diga, más o menos: a la izquierda los nativos catalanes y a la derecha todos los demás. Todos los demás a la calle y sólo se quedan los patrios. Es obvio que eso no es así.  La gente del dinero ni se lo piensa, cuando tienen que cerrar una fábrica, todos sin contemplaciones a la calle. No les importan cómo se sienten ni dónde nacieron.
Y lo que me pregunto es ¿por qué si a los empresarios eso no les importa y sólo obedecen a sus instintos y motivos económicos, porqué a los trabajadores nos tiene que importar? Por cierto ¿Para qué le ha servido a los trabajadores españoles que España sea una Nación? ¿Acaso son menos explotados?

Pero es que a mayor abundamiento, hay un hecho que  nadie parece querer tener en cuenta, y que se airea muy pocas veces, porque no conviene claro: que en los años sesenta, a Cataluña acudieron más de tres millones y medio de emigrantes (trabajadores de otras tierras de España) que vinieron a trabajar en las fábricas de la burguesía catalana. Trabajadores que traían como bagaje, otra cultura y al menos un idioma común. Trabajadores que los comunistas, los usó siempre como vanguardia para las manifestaciones, porque eran ellos, los que cantaban “Llibertat , Amnistia y Estatut de Autonomía”. Que aunque la mayoría no entendían  el porqué de aquellos cánticos, como buenos trabajadores solidarios, nunca pusieron pegas. El pago de todas esas fuerzas supuestamente de izquierdas fue que sólo servían para pegar carteles, llevar pancartas y gritar consignas .El poder, los sitios de las listas electorales eran ocupados, prácticamente siempre, por “gent de la terra”. Porque no se podía permitir que un trabajador que no hablara catalán fuera en las listas, salvo alguna excepción como pasa en toda norma. Porque en definitiva, fueron escondidos como ciudadanos de segunda.

Esa es la “ izquierda” que hemos tenido y que tenemos a día de hoy. Y la tenemos y hemos tenido porque nunca  ha sabido estar en su sitio. Porque se ha pretendido ser más papistas que el Papa. Más nacionalistas que los nacionalistas. Porque se han creído el cuento que les contaba la burguesía catalana. PORQUE NO HAN SABIDO DESLINDAR EL SENTIMIENTO DE LA RAZÓN. PORQUE NO HAN SABIDO VER QUE LAS CONDICIONES ECONÓMICAS SON LAS QUE MARCAN EL DEVENIR DE LAS COSAS. Que los trabajadores no tenemos más que la fuerza de nuestro trabajo.Que los trabajadores no tenemos patria;si acaso el globo terraqueo. LA DIFERENCIA ES TENER O NO CONCIENCIA DE CLASE TRABAJADORA.Y QUE ESA CONCIENCIA NO NOS HAGA SER INSOLIDARIOS.
                                                                       Juan Diego Hernández Valero
                                                                                       Abogado
           

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